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¡Hagamos visible el amor de Dios!

LA PUESTA EN PRÁCTICA DEL GRUPO DE SERVICIO COMUNITARIO

Al mirar más allá de los límites de nuestra iglesia, encontramos quebranto, necesidad y desesperanza en niveles crecientes y alarmantes. Conocemos la causa de estos males y también la solución: personas rotas son sanadas y restauradas por el perdón, la misericordia y el poder de Dios. Y Él nos ha invitado a ser parte de su misión.

Somos el medio que Dios utiliza para demostrar su amor de manera práctica y visible a las personas valiosas que Él ha creado (Gén. 1:26Hch. 17:26).

Dado que los hombres y mujeres son hechos a la imagen de Dios, toda persona, independientemente de su raza, religión, color, cultura, clase, sexo o edad, tiene una dignidad intrínseca, por la que debe ser respetada y servida, no explotada. [1]

Esto destaca la necesidad de que nuestro servicio no sea solo un medio para hacer proselitismo religioso. Nuestro deber de amor va mucho más allá. Lo que hacemos —organizar un comedor comunitario, socorrer a un vecino en angustia, etc.— siempre tiene en cuenta la eternidad. Vamos a los necesitados con la certeza de conocer la respuesta a sus carencias e inquietudes: Jesucristo. No dejaremos de servir de manera práctica; al contrario, lo hacemos sabiendo que el mayor bien que podemos hacer a cada persona es mostrarle el camino hacia la cruz.

Con estas recomendaciones en mente, veamos algunos puntos que nos ayudarán a comenzar. ¡Manos a la obra!

Identificar y priorizar las necesidades de la comunidad

Siempre habrá múltiples y variadas necesidades alrededor, sin importar la condición social o económica de los vecinos, por lo que la iglesia promedio no estará en condiciones de abordarlas en su totalidad. Una vez identificadas las situaciones que demandan una intervención de la iglesia esta tendrá que priorizarlas de acuerdo a ciertos criterios, por ejemplo, la urgencia, la amplitud, las consecuencias negativas de la misma, escoger cuáles está en condiciones de abordar de acuerdo a los recursos disponibles, existencia de un equipo comprometido, etc.

Ideas de proyectos de servicio

A continuación se ofrecen algunas ideas para abordar potenciales necesidades en la comunidad.

  • Educación. Ofrecer refuerzo escolar individual o colectivo, conseguir y ofrecer kits escolares básicos para distribución, apoyar la institución educativa cercana con mejoras básicas, por ejemplo, pintura de un sector.
  • Salud. Investigar y conseguir medicamentos necesarios para vecinos enfermos. Realizar visitas de ánimo y oración, consuelo y asistencia a los parientes, facilitar transporte a las instituciones de salud, conseguir sillas de ruedas. • Alimentación. Acopiar víveres básicos para apoyar necesidades temporales de familias o individuos. Organizar un comedor infantil o una olla comunitaria según la gravedad de la situación.
  • Vivienda. Ofrecer servicios gratuitos de reparaciones en plomería o electricidad. Reparar techos y limpiar patios. Construcción de habitaciones sencillas para familias numerosas.
  • Medio ambiente. Movilizarse contra la basura en lugares públicos. Implementar un plan básico de reciclaje. Plantar y cuidar árboles y áreas verdes en lugares públicos y de juegos infantiles. Como alguien ha dicho, «Seamos parte de la solución, no de la contaminación».
  • Niñez y juventud. Conseguir becas para cursos de idiomas. Promover actividades deportivas y culturales como clubes de lectura y exhibición de películas edificantes. Ofrecer orientación vocacional y prevención de adicciones.
  • Tercera edad. Organizar actividades gratuitas para personas de la tercera edad en coordinación con municipios o gobernaciones. Auxiliar con el aseo de viviendas y hacer compras para ellos si no cuentan con ayuda familiar. Enseñarles a utilizar teléfonos celulares y conseguirles uno básico si es necesario. Celebrar fechas importantes, acompañarlos y escuchar sus historias de vida.

Planificar, ejecutar y evaluar

Todo proyecto comunitario, como los impulsados por la iglesia local, debe ser cuidadosamente planificado considerando: (a) Metas y objetivos, (b) Métricas de éxito, (c) Participantes y roles, (d) Alcance y presupuesto, (e) Cronograma y programa, (f) Plan de comunicaciones.

La ejecución debe realizarse con la mayor calidad posible, manteniendo el buen nombre de la iglesia y del Señor Jesús, dando testimonio de fe y respetando los principios de integridad de la congregación. Es crucial proteger a las personas servidas, especialmente a los más vulnerables como niños, mujeres y personas de la tercera edad.

Evaluar el resultado de un pequeño proyecto comunitario es crucial para entender su impacto, aprender de la experiencia y mejorar futuros emprendimientos. Será clave entonces, entre otras cosas, comparar los resultados con lo proyectado inicialmente, evaluar el impacto del proyecto entre los beneficiarios, recoger testimonios, ver si se mantuvo dentro del presupuesto, considerar la calidad del trabajo y el tiempo en que se realizó, ver el compromiso y dedicación del equipo, la respuesta de la comunidad, y oportunidades de mejora.

Evaluar el resultado de un proyecto comunitario es esencial para entender su impacto, aprender de la experiencia y mejorar futuros proyectos. Es importante:

  • Comparar los resultados con lo proyectado inicialmente.
  • Evaluar el impacto en los beneficiarios.
  • Recoger testimonios.
  • Verificar si se mantuvo dentro del presupuesto.
  • Considerar la calidad del trabajo y el tiempo de ejecución.
  • Evaluar el compromiso del equipo y la respuesta de la comunidad.
  • Identificar oportunidades de mejora.
    No olvidar que siempre será aconsejable conseguir el apoyo necesario para trabajar en estos aspectos.

El servicio comunitario es una expresión del amor de Dios y una oportunidad para expandir su reino y construir un mundo mejor. Es el evangelio en acción. Como dijo el pastor de una pequeña iglesia hondureña, impulsor de una eficaz campaña comunitaria de manejo de desechos: «Cada vez entiendo mejor que si queremos ver cambios en cualquier área de la sociedad, nosotros como hijos de Dios debemos tomar la iniciativa de esos cambios».

Fuentes y referencias:

  1. Pacto de Lausana, Punto 5: La responsabilidad social cristiana.

Por Pablo Sánchez

Pastor, comunicador, movilizador. Junto a su esposa Ketty, ha servido por décadas en diferentes organizaciones misioneras, evangelísticas y de servicio, como Juventud con una Misión, Obedira, Asociación Evangelística Billy Graham y Jesús Responde al Mundo de Hoy.


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